Tenemos dos días de descanso en Samarcanda y a priori nos debería dar tiempo para actualizar la web, mandar el artículo al diario de noticias, arreglar las cosas, limpiar la bici y visitar la ciudad, pero el tiempo vuela y sólo nos queda una tarde para conocer Samarcanda. La ciudad es historia, casi 3.000 años de historia, referente en la ruta de la seda, en la cultura de la región y literaria. Los edificios importantes a pesar de mantener una estética antigua han sido restaurados a lo largo del siglo XX, pero lo han hecho muy bien, mantienen la esencia. La plaza principal es la del Registán, con sus tres madrasas. Muchos turistas visitándola y al atardecer los pájaros regresan a los árboles que rodean la plaza. El sonido es ensordecedor y me planteo cuántos habrá cobijados entre todas las remas, miles de ellos, una nube en caso de salir todos volando a la vez.