En Sofía dejamos las bicis para ajustar y preparadas para la parte turca, pero el buje lo dejaron suelto y el pedalier también. En Edirne encontramos una tienda de bicis antigua, con Özkan, un artesano de la bici. Mecánico de toda la vida que quizá no pueda con una de doble suspensión, pero que quitar la holgura de un buje mal montado es pan comido. Tras varios cigarros y gotas de sudor, consigue quitar el ruido y que la rueda no se mueva.