Hemos dormido en Jwaneng, la ciudad donde están las minas de diamantes más valorados del mundo, es la mina más productiva del mundo y el colegio, sin estar en las condiciones de otros que hemos conocido, tiene algunas infraestructuras lamentables. Algunos lavabos no tienen grifos, otros se estancan, hay basura, mesas y sillas rotas fuera de las clases. Dormimos en la pequeña habitación que nos han dejado y gracias a nuestras lonas evitamos la luz de las clases que se han dejado encendida y el amanecer temprano. A las 6:15 comenzamos a escuchar sonido de mesas moviéndose en las clases que tenemos en la pared contigua. Vienen los alumnos antes de clase para ordenar o sacar sillas afuera. No hay clases suficientes y muchas alumnas y alumnos dan clase bajo los árboles. La directora está indignada y con razón. «Estamos sentados sobre millones de diamantes y mis alumnos están así».