Tras despedirnos de los dueños del Eis Oase salimos a la calle para abrigarnos y afrontar los 50km que nos quedan de etapa. Justo en ese momento llaman al rezo. Es muy probable que durante el viaje este sonido se repita mucho, pero como no sé si será diferente por países y más en los Balcanes, por si acaso lo grabo.