Estoy a punto de dormir, desde mi cuarto se oyen ruidos constantes, estamos al lado de una calle principal y las ventanas no aíslan mucho el sonido. De repente escucho como si estuvieran disparando. Por desgracia he estado en algunos países donde el sonido de una pistola suena así, pero suena muy constante y me asomo buscando los fuegos artificiales. Nos hemos mal acostumbrado en Pamplona a que este show se una constante traca final, pero lo normal es uno detrás de otro. Grabo rápidamente para que no se acaben y me de tiempo a hacer la foto, las prisas no son amigas del arte y el obturador se queda abierto y la foto pasa a otra dimensión simulando que los fuegos llegan hasta mi ventana.