La etapa está siendo dura, primero la subida para llegar a Gubbio y donde nos arreglan el radio roto. Luego la subida para llegar a Scheggia, pero nos queda una bajada hasta Sassoferratto donde el cielo se abre, la temperatura es inmejorable, la carretera curvea por el curso del río y a pesar del cansancio quieres que dure eternamente. El cielo amenazante ha dado paso a un sol que seca la hierba y Franco Possansini aprovecha para cortar la hierba que invade su camino. Con el rastrillo amontona la hierba en los laterales para recogerla después. El metal canta con las piedras del camino.