
En una gran ciudad siempre hay artistas callejeros tratando de ganar unos euros en la calle con su música. Además de artistas hay semi indigentes que buscan una idea mejor a la de pedir sentados en una esquina. Algunos consiguen un instrumento y desde la ignorancia musical aprenden alguna canción que se reconozca para conectar con el turista y que tire una moneda. La falta de armonía en las notas es evidente, pero en muchos casos el repertorio se limita a esa canción. Si eres un turista de paso, oirás esa versión distorsionada una vez, pero si te gusta caminar o vives en la zona, puede que escuches esa canción durante horas. Ayer pasé por una esquina cuatro veces y en todas sonaba el Bella Ciao maltratado de fondo, no pude evitar grabarlo.