Estamos en la plaza del mercado, la mezquita de fondo y muchos menos puestos que el día anterior al anochecer. Aprovechamos para hacer algunas fotos, comprar galletas caseras y comer pollo a la sombra antes de comenzar la etapa. En vez de puestos la plaza está dominada por coches de batería para niños que rompen el sonido natural de la ciudad, del ajetreo de un mercado. Personas con mandos que caminan detrás de los coches y niños felices del paseo.