82km 920+
La noche en nuestro propio colchón inflable no ha sido mala, pero tendremos que ir haciéndonos a eso, ya que lo normal no es dormir en cama como lo estamos haciendo este comienzo de viaje. El despertador suena a las 6:30, lo apagamos cerramos un poco los ojos y vuela una hora sin darnos cuenta. Habrá que dejar el móvil más lejos la próxima vez cuando haya etapa larga.
Hoy la idea es llegar a Perugia y el pronóstico nos dice que nos vamos a mojar. Dejamos todo recogido, nos despedimos de nuestro anfitrión y comenzamos con un perfil de bajada hasta Bachi Scalo. Nada más comenzar la etapa vemos desde el mirador de Lubriano Civitta di Bagnoregio. Un islote de roca sobre el que se construyó una ciudad a la que se llega por una pasarela. El problema es que la roca se está deteriorando y la ciudad tiene fecha de caducidad. Ayer no teníamos fuerzas para ir hasta allí y hoy tenemos buena etapa. Desde el mirador podemos ver un paisaje de colinas verdes con casas desperdigadas por todo.
Bajamos entre viñedos y villas italianas a las que llegas por dos hileras de cipreses. En España serían cementerios. A los 15km paramos a tomar un café y comer algo. Desde ahí tenemos ya un constante sube y baja bordeando el lago Corbara. Una carretera que parece tropical de la frondosidad que tiene la vegetación. De repente comienza a llover y en un momento estamos empapados, el chubasquero que he traído satura la membrana y no hará la función para la que la he traído. Continuamos con Ponterio como siguiente parada. El tiempo parece que respeta, pero en esa dirección vemos que está lloviendo y tomamos un desvio hacia Madonna dil Piano por Cecanibbi y nos encontramos con una subida al 10% de kilómetro y medio y en ese momento comienza el diluvio. Llegamos arriba empapados y nos refugiamos debajo de un balcón. Una mujer se asoma para ver que hacen esos dos locos en bici con la que está cayendo, pero solo sonríe y no ofrece nada más. Comemos un poco y miramos un Decathlon para comprar un chubasquero, le ternua que guardaba como prenda super técnica ha sido una decepción a pesar del precio. Nos queda más de la mitad de la etapa y estamos helados. Hay que tirar de cabeza. Hasta Madonna siguen las subidas imposibles y la lluvia no las hace más fáciles.
Algo que hemos vivido estos dos días en Italia es que aunque vayas por secundarias en mal estado hay mucho tráfico. Constantemente pasan coches y camiones y además de estresarte rompe la magia del paisaje por el que estamos pasando. Imaginad mirar hacia el horizonte y colinas y colinas entre rocas y verdes, castillos, torres de iglesia. Por momentos parece que estás en una película de romanos o de mafiosos.
Siguiente objetivo llegar a Marsciano, ahí comemos algo sentados en el suelo a fuera de un supermercado para afrontar los últimos 30km. Parece que para de llover y nos ponemos ropa seca, pero a los pocos minutos de nuevo las gotas. El clima está bipolar y no sabes como acertar. Pero parece que esas nubes negras que nos han acompañado toda la etapa dan tregua de verdad y vamos hacia Perugia por un paisaje llano con la ciudad en lo alto marcando un final duro para terminar. A falta de 8km un puerto de 5km al 6% que apetece poco pero con las ganas de llegar y darnos un duchazo se hace con cabeza más que con piernas. La carretera hace curvas de 180º hasta un paseo de árboles que parecen encendidos por los rayos de sol y nos iluminan la llegada. Para concluir el día toca un rampón al 12% hasta el portal donde descansaremos las próximas dos noches, ya que visitaremos la ciudad mañana. Las piernas de Shei han dicho basta y le ha tocado empujar los últimos 500 metros. Dentro de un tiempo esta cuesta le parecerá plana.
Quedan subir todas las maletas en un mini ascensor en cuatro veces y las bicis a un cuarto por escaleras. Ducha, compras y a descansar.
Ruta en strava.
