65KM 860+
Acampar por libre tiene sus pros y sus contras. Los contras de no poder darte una ducha en condiciones, de que mucha gente curiosee porque unos extraños están en la explanada esa que no vive nadie, que se te suban limacos por la tienda de campaña y en la bici, y levantarte con todo mojado por la humedad y tener que guardarlo empapado porque no hay sol para secarlo antes del comienzo de etapa.
Como siempre en la vida, si uno sigue haciendo las cosas que hace es porque le compensa y los contras se terminan yendo como la paja con el viento y caen en el olvido. Poco antes de las 8:00 salimos a la carretera principal. Hoy toca cambio de frontera. Vamos por una vía secundaria que pasa por granjas y pequeños pueblitos rodeados de campos de cereales. A la derecha al fondo vemos la carretera principal con el tráfico constante. Hacia Tayikistán iremos todo el rato rumbo al este, con lo que implica comenzar el día mirando al sol, para los planos de vídeo no mola.
Vamos subiendo ligeramente hacia arriba entre árboles hasta llegar a los 20km a Ginovtsi, ahí será la parada para comer algo antes de la subida gorda. En ese pueblo hay un supermercado por cada veinte personas. Farmacias, panaderías, casinos y bares, eso es lo que te encuentras sobre todo. Queremos comer unos bollos con chocolate, pero aunque hay mucha panaderías, no nos quedan dinares de Macedonia porque salimos en 15km y no tiene sentido cambiar. Pillan euros, pero tenemos billete de 50 así que tampoco, así que a buscar una tienda que se pueda pagar con tarjeta. Hasta hacernos entender nos lleva rato, el móvil ayuda, pero una chica nos hace de traductora. El tema del dinero y los idiomas a veces suele ser un problema. Depende del tiempo que vayas a estar hay que ajustar bien el dinero para no quedarte con más del deseado y perder en el cambio.
Así que terminamos comiendo unas madalenas y un café de lata. Cuando viajas así, al final te acostumbras a comer sentado en algún rincón y mucho peor de lo que habitualmente comes. Tenemos 16km hasta la frontera, diez de aproximación subiendo y seis para quemar el desayuno. Los primeros diez podría ser una carretera por el norte de España, cercana al río, con bosques de pinos y de relieves suaves, pero la subida fuerte se nos ha atragantado a los dos, han sido al 7%, pero no sabemos si saber que en un día hacemos un parón serio o que las piernas ya están cansadas, pero no íbamos muy finos, tiramos más de cabeza que de capacidad. Por suerte hace buena mañana y llegamos hasta los 1.200msn donde está ubicada la frontera. Ya han sido varias en lo alto en este mes. La entrada en Bulgaria es amable, la chica que nos mira el pasaporte nos saluda con alegría y entramos de buen talante, al rato hablamos con una chica del viaje que estamos haciendo y nos enseña alguna palabra en búlgaro.
Afrontamos la bajada a Kustendil con energía, tiene alguna subidilla, pero en menos de una hora hemos llegado a la ciudad. Es más grande de lo esperado y aún no sabemos donde vamos a dormir. Son ya las 14:30 y tenemos hambre, nos acercamos a un supermercado compramos una ensaladilla y a por la segunda comida sentados en un bordillo. Con el estómago lleno vamos a la estación de tren para saber si podremos meter las bicis dentro para mañana. La aproximación a una gran ciudad es mejor de esta manera para evitarte ek tráfico, siempre que exista la posibilidad. Nos dicen que sí, así que avanzamos otros diez kilómetros para quitárselos al día siguiente. Encontramos justo en una salida antes del subidón de 10km que nos espera, un camino paralelo al río que parece tranquilo. En un lado del camino aplastamos la maleza y montamos campamento. Primero secar todo que está calado y luego a hacer tareas. Lo cierto es que acampar lleva trabajo y tiene sus pegas, pero en dos días nos hemos gastado 20€ y ese es un pro muy a tener en cuenta.
Ruta en strava.
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