91KM 1210+
Hemos descansado de lujo en el hotel de Suva Reka. Era una noche que íbamos a acampar, pero con toda la ropa mojada que teníamos fue un acierto. Si le añades una cama de dos metros y desayuno incluido ya ni te cuento.
A las 7:45am estamos sobre la bici, por delante la etapa más dura de los Balcanes hasta Skopje. El cielo está nublado y con ganas de llover, la temperatura es de 10º, pero comenzamos subiendo y podemos ir de corto. Toca puerto Tour, 13,5km al 7% y aproximación de 4km al 3%. Esos primeros cuatro kilómetros nos ponen a tono y cuando entramos en Rehan las rampas se ponen duras. En ese momento un perro se pone a nuestro lado, no ladra, no tiene intención de morder, sólo ser nuestro acompañante. El promedio es de 7%, pero las rampas son muy irregulares y alterna rampas del 10 con tramos llanos, que se agradecen, pero te van rompiendo poco a poco. La subida sorprende porque hay casas de lujo por toda ella. Abajo queda Suva Reka entre prados verdes. La subida hace eses y hasta el 5ºkm es bastante llevadera, parece que la vamos a hacer mejor de lo esperado. Pero un giro de 180º que se dirige a Ferizaj lo cambia todo, desde ahí 6km por encima del 11% que nos obliga a dar chepazos y que pone las piernas a tono. Con bici de carretera este puerto habría sido duro, pero con 50kg de bici el ritmo es de 5km/h y cada kilómetro pasa muy lento. El paisaje se abre de vez en cuando mostrando hileras de montañas suaves, boscosas que se extienden hasta el infinito.
Conforme subimos vemos cementerios. En muchos de ellos hay mausoleos y homenajes a los soldados del Ejercito de liberación Kosovar UÇK. Se les catalogó de grupo terrorista, equiparable quizá al IRA o ETA, y la magnitud para ensalzarlos es llamativa. No creo que en España tuvieran cabida, habría mucha controversia.
A falta de 4km para la cima desaparecen las casas y vamos ya por la cresta viendo paisaje a los dos lados. Hay muchos momentos de rampas del 14% que suben las pulsaciones. El perro que nos acompaña, en un momento dado lo rodean seis perros y del susto el pobre se va y a Sheila se le sale la cadena en la rampa más dura. Quizá ese perro ha subido hasta ahí para ese momento, si no habrían ido a nosotros. Nos da pena no poder despedirnos, teníamos guardado un bocadillo de salami para él.
Ya en la cima a 1300msn, con casi 1000+ en 17km estamos cansados, hace 6º, llueve un poco y toca bajar. Nos abrigamos y son casi las 11:00 de la mañana. Aunque tenemos ganas de algo caliente y parar un poco, somos conscientes de que hay que avanzar porque nos quedan casi 65km. El comienzo de la bajada es duro, llueve ligeramente, pero sobre todo el frío nos atenaza las manos y Sheila lo pasa mal. Hasta que no bajamos metros y templa el aire y nosotros por las pedaladas no recuperamos la postura. Localizamos de entre muchos una cafetería y pongo el ojo en ella. Podemos parar en muchas y hay ganas, pero algo me pide en el cuerpo seguir hasta esa. Al llegar Kreisa y el dueño nos reciben con una sonrisa, “pasar adentro que hace calor”, nos dejan entrar nuestra comida y les pedimos dos cafés. Ella es super amable y al final les pedimos un postre por hacer más consumo. A la hora de pagar no nos dejan, “sois nuestros invitados y es un honor”. La hospitalidad en esta región y en la mayoría del mundo es mucho mayor que la que tenemos en países con mayor nivel de vida. Queda mucho por aprender. Nos despedimos y emprendemos los últimos 50km.
Son llevaderos hasta la frontera, pasamos primero por pueblicos donde hay una boda y una hilera de coches con banderas de Albania y Kosovo pita dando paso a los recién casados. Desde ahí entramos en la M2, una carretera hasta la frontera plagada de tráfico que va paralela a la autopista y que como el gato y el ratón, se acercan y alejan constantemente hasta la frontera. Sorprende en este país la de perros abandonados que hemos visto por todo. Por suerte están tirados a los lados de la carretera y a excepción de algún ladrido no ha habido muchos sustos. De nuevo pasamos la primera sin nadie que nos mire el pasaporte y entramos en Macedonia con una gran bandera hondeando en lo alto.
El sol brilla, parece otra etapa y otro día si pensamos en como estábamos hace 50km en el alto del puerto. En pocos kilómetros pasamos varios casinos. En los Balcanes hemos visto muchas casas de apuestas, pero esto parece más un país alegal con el tema del juego. El perfil es ligeramente hacia abajo, pero son casi las 15:00 de la tarde y son muchas horas desde que hemos salido y las piernas están castigadas. Hay muchas ganas de llegar y se hace largo. La entrada en Skopje es larga y la pensión se hace de rogar. De nuevo nos toca el último piso sin ascensor. En todos ha sido por escaleras y en varios el último piso con lo que supone hacer varios viajes de alforjas y bici con toda la etapa a las espaldas.
Tenemos mucha hambre y salimos en busca de algo de comer si ducharnos. Metemos proteína al cuerpo y dulce en una cafetería cerca de casa y ahí sí, ducha y pasamos el resto de la tarde tirados como trapos en la cama. Al día siguiente toca descanso en Skopje.
Ruta en strava.

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Una publicación compartida de Y OS LO CUENTO/RUMBOS OLVIDADOS (@yoslocuento)