79km 780+
Después de dos días de descanso y el fisio, el cuerpo no está tan cargado de energías como pensábamos. Además desde Split arrastro unos picotazos, probablemente de chinches de la cama que había en el hostel y no he conseguido dormir bien. Las picaduras están por todo el cuerpo, han creado una reacción que me ha subido algo la fiebre y salgo mermado.
El pronóstico del tiempo no es bueno, amenaza lluvia, pero sobre todo la temperatura ha caído hasta los 6º. Salimos de casa algo abrigados, pero a los 2km de etapa nos encontramos con una cuesta de casi un kilómetro al 13% que llega sin avisar ni calentar, Sheila llega arriba con ganas de vomitar del esfuerzo inesperado. Una vez recuperado el aliento, descendemos hacia la carretera que nos llevará a Foça. El frío es patente y nos obliga a parar pronto para abrigarnos más, perneras, manga larga, guantes. Inesperado en este mes.
Cuando estamos saliendo de Sarajevo vemos un cartel de “Bienvenidos a la República de Sprska” y bandera colgando de las farolas. Son como la de Rusia pero invertida. Nos descoloca y nos quedamos con la duda. Seguimos pedaleando y salir de la ciudad te da más tranquilidad con el tráfico. Pronto encontramos la M18 que seguiremos hasta final de etapa. Parece ser una zona de abastecimiento para la construcción, a lo largo de todo el día nos adelantan muchos camiones y vemos canteras para sacar piedras y arena y mucho aserradero. La etapa no va a ser especialmente dura, hacemos una primera subida de 6km al 6% pasado Kijevo y luego un llaneo hasta Trnovo. El problema cuando baja la temperatura tanto es la gestión de capas. Cuando subes te sobra todo pero hace frío, sudas mucho y en cuanto hay una pequeña bajada te quedas helado. Además el cambio de Sheila comienza a fallar y no encontramos el problema. La subida se hace fácil paralelos al curso de un río y entre zonas de prados. Todo está muy verde. A los 30km decidimos parar en Trnovo para tomar un café y ver que pasa con el cambio. Todos los bares están cerrados hasta el último. Mientras me quedo buscando el origen del ruido Sheila entra en el bar. Dentro hay tres bosnios enormes y una mujer mayor, canosa como camarera. De nuevo el olor a tabaco sale hasta afuera y sólo de tres personas. Consigo arreglar el cambio y entro para lavarme las manos, traspaso la nube de humo y al salir le pregunto a la mujer que son los carteles y las banderas diferentes a la de Bosnia que hay en esta zona. Es la Repíblica de Serbia Bosnia, según ella nada tiene que ver con Serbia que es otro país. Tienen todos los poderes independientes y los dos territorios pertenecen a Bosnia, una tiene capital en Sarajevo y la otra también, pero oficialmente es Bania Luka. Los carteles están escritos en cirílico y se identifican con otra bandera. “En España tenéis Cataluña y el País vasco, venimos a ser lo mismo”.
Tras el café enfilamos Foça, nos quedan 48km y otra subida importante. El paisaje sigue siendo el mismo. La diferencia con otros días es la cantidad de ropa que nos ponemos. La segunda subida está llena de curvas por un bosque inmenso y de vez en cuando vemos salir camiones con troncos enormes. Cuando llegamos al alto vemos el inmenso valle que dejamos y hacia el que vamos siguiendo el curso del río Bistrica. El frío nos ha pillado a contrapié y estamos super destemplados, con ganas de acabar la etapa, pero nos quedan unos cuantos túneles que nos obligan tomar precauciones. Conforme llegamos a nuestro destino las empresas se suceden a los dos lados con montones gigantes de piedras y arena y en un momento una campa con cientos de camiones aparcados a la espera de ser cargados y repartirlo en algún lugar de los Balcanes.
El río Bistrica muere en el Drina, mucho más caudaloso y ancho. Cruzamos un puente hasta la ciudad y cerca de la entrada encontramos el lugar donde dormiremos. Hemos encontrado algo barato y el cuerpo nos pide ducha caliente y descanso. De una casa aparentemente humilde, de ladrillo sin lucir, sale una mujer que no habla inglés, nos guía hasta un camino donde podamos entrar con las bicis. Nos señala un lugar donde dejarlas, una estantería llena de zapatos para que nos descalcemos y nos dice que en el cuarto piso está nuestra habitación. Desnudamos la bici y con pocas ganas subimos todo hasta arriba, tres viajes cada uno que apetecen poco.
Tras la ducha y la siesta, salimos a comprar y celebrar mi cumpleaños. Durante el viaje cumpliremos dos veces cada uno. Toca cena más especial. Nos damos el placer y pronto a la cama que estamos reventados, no me da tiempo ni de escribir la crónica.
Ruta en strava.
