85KM 920+
La noche en nuestra casa en construcción ha sido muy buena, no hemos pasado frío y ha sido tranquila. A las 6:00 comenzamos a vestirnos y desmontar el campamento. Nos asomamos al lago Busko, después del tormentón de la tarde anterior, el día amanece plácido, un cielo raso y a la derecha del lago una niebla que cubre todo y tapa el pueblo que hay ahí.
A las 7:30 ya estamos sobre la bici, 4km de bajada, que a esas horas nos obliga a ponernos varias capas porque la humedad del lago y la temperatura se cuela por todo. A los 5km comienza la primera subida del día, 5km al 5%, suave para ir calentando, aunque ya en las primeras rampas nos deshojamos como el otoño y nos quedamos sólo con la camiseta. Es un puerto que acompaña la montaña, una gran curva que hace un semicírculo en el fondo del valle. Todo el rato vemos el lago que se hace cada vez más pequeño y las montañas que lo custodian. Al fin llega una curva a derechas y pasamos al siguiente valle. Bajamos y de nuevo nos abrigamos para ir hasta Kobo, un pueblo con supermercado en el km18 de etapa. Hacemos compra y comemos unas tostadas con la mermelada en el bar del super, algo que no llegaré a acostumbrarme es que se pueda fumar en espacios públicos y menos cuando estás comiendo. El desayuno nos roba una hora y sin darnos cuenta son las 10:00 de la mañana, queda mucha etapa y hay que avanzar.
El día sigue soleado y pide quitarse todo, desde Tomislavgrad entramos en a una carretera secundaria que sube suavemente por un valle, a ambos lados llanuras que miran a una especie de desfiladero plagado de pinos. Miles de casas individuales salpican el paisaje. Es un muy rural, pero se intuye cierto nivel de vida, los coches son muy nuevos y hay muchos aparcados en cada casa. El puerto comienza, casi 11km de subida entre bosque bastante favorable. Incluso con buen ritmo es más de hora y media de subida a ratos con rampas del 10% que ponen las piernas incandescentes y el corazón a mil. Antes de llegar a la cima chispea, nos ponemos el chubasquero, al kilómetro para, quitamos porque sudamos mucho, al rato vuelve a llover, hasta que por fin llegamos a la cima y tenemos que abrigarnos porque llega bajada. Estamos a 1.300msn y hace nada partíamos del mar. De repente entramos en otro tipo de escenario, montañas grises escarpadas con un lago a los pies que parece Islandia. Los viajes en bici a veces tienen un conflicto de intereses, tienes que avanzar porque queda mucha etapa y si encima llueve con más razón, pero eres consciente de que no volverás a pasar por ahí y quieres exprimir cada centímetro de visión.
Nos quedan unos 15km de llanura a 1250msn y comienza a llover fuerte, justo en ese momento encontramos una casa en construcción que nos sirve de refugio y aprovechamos para comer. En cuanto para, salimos con nuestras capas fosforitas a una llanura en altitud con casas pequeñas de techos en pico. Pensamos que los inviernos tienen que ser muy duros y nevar mucho en esta zona. La carretera zigzaguea por el paisaje hasta que llega a un repechón desde el que vemos todo el valle que hemos recorrido. Foto de rigor y parece que la carretera baja y parece bien. 20km de descenso vertiginoso, el sol sale y de repente un nuevo paisaje, más abrupto que baja por otro valle que parece una isla en mitad del pacífico y que un dinosaurio saldrá en cualquier momento. Mas vale que no nos ha tocado subirlo, habrían sido horas. Alcanzamos el fondo del circo y de nuevo regresamos pero por el otro lado del valle, surcando pequeños pueblitos que hay en el ascenso y llegando al curso del río Neretva. A finales del 2024 lluvias torrenciales arrasaron el valle falleciendo 27 personas y las secuelas se hacen notar. A ratos hay trozos de carretera destruido, el río amontona árboles en las orillas y plástico enganchado por las raíces de los que se mantuvieron en pie. La naturaleza si quiere, gana siempre.
Tras 20km de bajada llegamos a Jablanica, un pueblo con numerosos negocios y donde al final terminamos en un hotel, estamos destemplados y necesitamos descansar bien, se anuncian lluvias para el resto de días y hay que coger fuerzas. Cenamos en el bar de enfrente y a dormir.
La ruta en strava.
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